Finalmente no se registraron incidentes en la previa del clásico. Soldano se quedó afuera por una dolencia muscular. River conocerá este miércoles a su rival en la final, la séptima de su historia.
River conocerá este miércoles cuál será su rival en la primera final única de la Copa Libertadores, programada para el 23 de noviembre en Santiago de Chile. El adversario saldrá del duelo brasileño que sostendrán en Río de Janeiro, Flamengo y Gremio. En la ida, en Porto Alegre, igualaron 1 a 1.
River irá por su quinta Copa Libertadores, tras las ganadas en 1986, 1996 (las dos ante el América de Cali), 2015 (contra Tigres de México) y 2018 (la recordada final de todos los tiempos ante Boca). Además, el “millonario” disputó otras dos finales que perdió en 1966 (ante Peñarol) y 1976 (frente a Cruzeiro).
Boca en cambio se quedó con las ganas de disputar su duodécima final. El “xeneize” ganó seis Copas Libertadores y perdió cinco series finales. Así no podrá darle alcance de momento a Independiente, que con 7 Copas en su haber se mantiene como el máximo ganador de la historia, pese a que conquistó su último trofeo en 1984 (ante Gremio).
Franco Soldano sintió una molestia muscular en la activación que el plantel realizó por la mañana y se quedó afuera del bando de suplentes. El ex Unión era una de las alternativas que había manejado para la ofensiva de Boca Gustavo Alfaro durante la semana.
La expectativa por el superclásico semifinal de la Copa Libertadores se mantenía desde el partido de ida que ganó el “millonario” por 2 a 0 pero empezó a transformarse en hechos concretos desde antes de las 17 del martes en las inmediaciones del estadio de River Plate, donde un conglomerado de hinchas del equipo de Núñez que llegó a los 8.000 participantes, despidió al plantel que viajó hacia la Bombonera, en el barrio de La Boca.
Como ya es una tradición en River en la previa de cada Superclásico en la Bombonera, desde antes de las 17 se acercaron los hinchas al Monumental, donde estaban concentradas las huestes de Marcelo Gallardo, cuando la policía ya había cortado el tránsito.
Y una hora más tarde los alrededores del estadio Antonio Liberti estaban cubiertos con hinchas que cantaban a la espera de la salida del micro, algo que se produjo a las 18.45.
Mientras tanto en la Bombonera, cuyas puertas se abrieron a las 17.30, un grupo creciente de hinchas “xeneizes” comenzó a agolparse para recibir al ómnibus de los dirigidos por Gustavo Alfaro, que partieron desde el Hotel Madero a las 19.10, porque su recorrido hasta el escenario del juego es mucho más corto que el de los riverplatenses, y allí fueron despedidos por un número mucho más pequeño de aficionados auriazules.
El ómnibus riverplatense, de colores negro, rojo y blanco, fue escoltado desde Núñez hasta La Boca por 50 motos de policías y un monitoreo por vídeo durante todo el trayecto. El dispositivo general del partido también incluyó unos 3.000 policías específicos.
El transporte de la delegación de River fue custodiado también desde el aire por dos helicópteros del escuadrón aéreo de la Policía Federal y es monitoreado por las brigadas de exteriores de la Policía. Los hinchas que intentaron arrimarse durante el trayecto no se pudieron acercar a menos de 30 metros del vehículo. El bus cuenta con un sistema blindado en las ventanas para evitar cualquier acto vandálico.
Personal de la Policía de la Ciudad requisó ayer La Bombonera antes de la apertura de las puertas, que habilitó a los hinchas “xeneizes” para presenciar el Superclásico entre Boca y River, y los efectivos encontraron unos palos en un lugar cercano a los palcos.
Además los uniformados requisaron los materiales que llevaron los utileros de River, apenas llegaron al estadio. Con perros de la división Explosivos y Narcocriminalidad, los efectivos revisaron bolsos, valijas y demás elementos para certificar que no hubiera ningún elemento extraño.
Además, personal de la Agencia Gubernamental de Control inspeccionó la cancha y dio el visto bueno para la apertura, pautada para las 17.30. Se revisaron palcos, tribunas, vestuarios y las distintas dependencias del club en búsqueda de pirotecnia no autorizada y narcóticos.
En la requisa la Policía de la Ciudad encontró palos de banderas que están prohibidos, los cuales fueron hallados en cercanías de los palcos. Además, se inspeccionaron puestos de comida, la cocina y los vestuarios locales, visitantes y de los árbitros.